Amaia Yurrebaso: “Las causas que llevan a las conductas discriminatorias aporofóbicas tienen que ver con fallos estructurales del sistema» 

La profesora e investigadora de políticas públicas en defensa de la inclusión, la diversidad y el género presenta un protocolo de detección de aporofobia

Amaia Yurrebaso, profesora e investigadora, durante la ponencia realizada en la UNED Tudela

Amaia Yurrebaso, profesora en la Universidad de Salamanca e investigadora de políticas públicas en defensa de la inclusión, la diversidad y el género, trabaja en el Centro de Investigación en Derechos Humanos y Políticas Públicas para desarrollar un protocolo que defina y detecte este fenómeno. 

El 11 de octubre de 2023 se acercó a la UNED Tudela, en el marco de «Octubre, mes contra la pobreza» para ofrecer una charla sobre la aporofobia.

En la Red Navarra de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social pudimos hablamos con ella para que nos explicara en qué consiste este protocolo.

Pregunta: ¿Qué es la aporofobia?

Respuesta: La aporofobia es el rechazo al que percibimos vulnerable o pobre, una percepción provocada a partir de creencias sesgadas. La aporofobia se traduce en acciones concretas vinculadas a la discriminación que surge de valoraciones negativas, reacciones emocionales de desprecio vinculadas a la imagen de lo pobre. 

El concepto lo acuñó Adela Cortina en 1995 ante la necesitaba de identificar una realidad que es totalmente diferente de otras formas de discriminación.

Pero más allá del concepto, la aporofobia es un proceso multidimensional que va a ir vinculado fundamentalmente a los colectivos que se perciben de forma distinta, y normalmente esa percepción suele ser peyorativa. 

Por eso está vinculado al mundo de la discriminación y por eso también al delito de odio, es decir, a las discriminaciones vinculadas a odio. 

Pregunta: ¿Hay consciencia de este fenómeno en las personas que lo “realizan”?

Respuesta: El problema es que socialmente normalizamos la conducta de desprecio y articulamos discursos que nos ayuden a justificar nuestras acciones basadas en la deshumanización y el odio sin ser conscientes de que hemos incurrido en esa deshumanización. 

Hay diferentes maneras de atajar estos delitos, la lucha penal y policial son básicas, pero la base de nuestro juicio es la educación en una sociedad inclusiva y con una serie de valores. 

No podemos generar discursos que normalicen violencias que no atiendan al sistema y que se centren en la persona como protagonista de la vivencia. 

Amaia Yurrebaso, profesora e investigadora

Para nosotros es importante visibilizar la aporofobia para que se deje de asumir como una condición de la persona que la sufre. Las causas que llevan a las conductas discriminatorias aporofóbicas tienen que ver con fallos estructurales del sistema, que se están ocultando bajo el epígrafe de “tu problema, tu acción”. 

La pobreza y la exclusión social son consecuencias de los fallos estructurales del sistema del Estado de Bienestar. Fallan las ayudas, las pensiones vitales, los sistemas de acceso a la vivienda y fallan otros elementos de carácter estructural que acaban convirtiendo a estas personas en víctimas del sistema. 

Lo que no podemos hacer es generar discursos que normalicen violencias que no atiendan al sistema y que se centren en la persona como protagonista de la vivencia. 

Pregunta: ¿Cómo se identifica esta aversión a la persona pobre?

Respuesta: Este es el gran reto del protocolo que realizamos desde el Centro de Investigación en Derechos Humanos y Políticas Públicas (CIDH).

El gran reto es que seamos capaces de identificar qué es distinto a otros mecanismos de discriminación. Nuestro trabajo va dirigido precisamente a ello. Aún no hemos concluido el protocolo de detección de este tipo de discriminación, pero estamos en ello, llevamos dos años trabajando en él. Son tres fases y acabamos de concluir la segunda. 

En la primera fase hicimos es un análisis bibliométrico de lo que el mundo académico y científico entendía como posibles factores de riesgo que estaban ligados a situaciones de discriminación por pobreza. Factores que incrementan que una persona sea victimizada. Por ejemplo, que viva en la calle. 

En la segunda fase, sometimos a ese primer análisis de investigación a gente que está trabajando en el mundo en atención a personas víctimas de aporofobia. Es decir, cuáles de los factores identificados en la primera fase entendían que eran importantes para detectar situaciones de victimización. 

De esa fase, concluimos con cuatro grandes focos de factores de riesgo vinculados a las victimizaciones por aporofobia: 

  • Situaciones personales de la persona.
  • Situaciones de vulnerabilidad que pueden atravesar.     
  • Estilos de vida de esa persona. 
  • Por último, el mundo relacional y social, fundamentalmente asociado con la falta de apoyos, tanto formales, como informales. 

Ahora nos queda comenzar la tercera fase, que consiste en contrastar con las víctimas de aporofobia los resultados concluidos en las dos fases anteriores. 

Pregunta: ¿Cuándo va a concluir este protocolo?

Respuesta: Pretendemos finalizar este año. Hemos hecho una experiencia similar en detección de violencia de género con mujeres drogodependientes en la Red UNAD. 

Hemos trabajado con expertas en la atención de drogodependencia  que se encontraban con que la inmensa mayor parte de las usuarias alegaban haber sido víctimas de violencia de género y otras no lo decían, pero las profesionales se daban cuenta de que eran víctimas de violencia de género. Con el observatorio que tenían en la Red UNAD, decidimos hacer un análisis de la situación; un cribado de los profesionales y, finalmente, una constatación con las personas.  

En el mundo de la aporofobia, estamos siguiendo el mismo proceso porque nos ha dado muy buenos resultados. Sobre todo el trabajo en red, ya que es importante que lo que hacemos mejore la calidad de vida de las personas. 

Pregunta: Y en el ámbito de la aporofobia, ¿habéis obtenido algún resultado en las dos fases finalizadas?

Respuesta: Nos hemos encontrado con una red asistencial vinculada a Servicios Sociales y a Fuerzas de Seguridad que se está capacitando, pero que todavía no sabe qué es la aporofobia. 

En el mundo de la atención victimológica aporofóbica nos encontramos situaciones como, por ejemplo, mujeres en situación de calle con una victimización por agresión sexual a las que se les atiende directamente en este ámbito, pero se deja de lado la aporofobia , cuando es uno de los principales focos de vulnerabilidad. 

Las acciones de identificar la aporofobia, para que sepan distinguirla de otras problemáticas es clave y contar con instrumentos que les ayuden a una detección eficaz cuando las víctimas que atienden no verbalizan sus situaciones por desconocimiento o porque no quieren expresarlo, también es vital. 

Las acciones de identificar la aporofobia, para que sepan distinguirla de otras problemáticas es clave

Amaia Yurrebaso, profesora e investigadora

Para nosotros es fundamental este análisis, y esta formación la deben tener los Servicios Sociales y las Fuerzas de Seguridad. 

Pregunta: ¿Cómo se puede actuar para la eliminación de la aporofobia?

Respuesta: Principalmente, hay que dar visibilidad a este fenómeno. Además, es importante la capacitación profesional de entes públicos y entidades del tercer sector. El mundo de la educación es un factor básico. 

Por último, hay que contar también con acciones vinculadas a romper prejuicios y estigmas del colectivo pobre. Lo que pasa es que tienen mayor y peor recorrido. Ninguna sola está funcionando, de ahí la necesidad de trabajar en red, en forma colaborativa.    

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